Supermercados Montserrat: Familia Bada inicia proceso de reorganización judicial para pagar deudas a proveedores
La empresa –que apuntó a los graves efectos que le generó la crisis social y la pandemia- cerró sus locales en julio de 2021, pero enfrenta una serie de demandas por no pago.
- T+
- T-
La familia Bada solicitó a la justicia la apertura de un proceso de reorganización financiera de Supermercados Montserrat. Si bien cerró sus locales en julio del año pasado (varios ya fueron arrendados a otras empresas del rubro), la compañía enfrenta una serie de demandas iniciadas por antiguos proveedores por el no pago de las deudas contraídas por la que llegó a ser una de las cadenas más importantes del país.
“No obstante que se ha producido el cierre de los locales de la cadena, Montserrat se encuentra en plena disposición a otorgar a sus acreedores una propuesta integral de restructuración de sus créditos, otorgando una fórmula que, mediante diversos cursos de acción corporativos y de financiamiento, logre solucionar en un mediano plazo sus obligaciones de toda naturaleza”, señala el escrito presentada por la empresa, cuyo representante legal es Andrés Bada Gracia, y que cuenta con la asesoría del estudio Nelson Contador Abogados y Consultores.
En el documento ingresado a la justicia, el abogado Contador detalló el porqué la empresa decidió cerrar sus puertas.
Dijo que, como empresa del rubro supermercadista por más de 50 años, logró en la década de los 90 y siguientes, hasta el año 2010 aproximadamente, un crecimiento importante en ventas y en cantidad de locales y superficie construida, llegando a constituirse en una cadena de 35 supermercados entre la Región Metropolitana y la Región de Valparaíso, llegando a emplear a unas dos mil personas.
“La dirección de la compañía nunca tomó la decisión de ajustar las plantas de trabajadores, en la medida que el avance del mercado requería ajustes reales al gasto con miras a conservar los puestos de trabajo, no obstante el incremento significativo de los costos laborales y en consecuencia el gasto operacional”, dijo el abogado.
Luego, el jurista apuntó a los efectos que –según dijo- generó en la empresa la crisis social y luego la pandemia.
“Las operaciones de los últimos tres años de Montserrat tienen como principal elemento una profunda crisis de liquidez debido a múltiples factores y efectos, principalmente exógenos a la operación normal de la compañía, relacionados con el impacto brutal del estallido social y la pandemia, que frustraron cualquier intento de superar la crisis comercial y de operaciones en los locales de la cadena, lo que evidentemente afectó la situación financiera de la empresa”, sostuvo.
Añadió que estos factores provocaron de forma paulatina una pérdida de competitividad en un mercado que en los últimos 15 años forjó una alta concentración en un grupo pequeño de supermercados como también en grandes proveedores.
“La situación económica actual de Supermercados Montserrat se originó en gran parte desde el denominado estallido social de octubre y meses siguientes del año 2019, en que la empresa fue saqueada en 32 de los 35 locales de la cadena”, precisó.
Aseguró que esto dejó a la firma sin mercadería, en una época del año en que típicamente se concentran la gran mayoría de las ventas del año para las empresas comerciales.
Afirmó que, de los 32 locales saqueados hubo dos de ellos que fueron cerrados permanentemente por los daños en las instalaciones, y nunca más pudieron abrir al público.
“A consecuencia de lo anterior, se afectó notablemente la venta y los resultados de la empresa para el ejercicio 2019 y 2020, producto que la caja que se proyectaba generar en dicha época provisiona mayormente los meses de enero y febrero, en que típicamente disminuyen fuertemente las ventas en Santiago, donde se encontraban principalmente concentrados los locales comerciales de la compañía”, dijo Contador.
Señaló que si bien los seguros comprometidos en dichos siniestros lograron indemnizar a la empresa un año después, éstos, aseguró, no pudieron indemnizar el gasto más importante de la firma, que son las remuneraciones y la previsión social de los trabajadores.
“Al efecto, la empresa llegó a tener once lles cerrados a público por más de 120 días, con más de 500 trabajadores a los cuales se les debió incentivar el uso de sus feriados laborales, o bien reinsertarlos en otros locales durante más de 3 meses, pagando sus remuneraciones en locales que no generaban ventas suficientes para ello”, afirmó el abogado.
Luego, se centró en la pandemia, que llegó poco tiempo después del saqueo a los locales producto del estallido social. “Otorgó resultados brutales en la operación de la compañía, en el entendido que los permisos para los clientes en el invierno de 2020 llegaron a ser de 3 horas a la semana para compras en supermercados, lo que generó que los clientes prefirieran supermercados de la competencia, cuya ventaja competitiva consistía en una mayor variedad de productos en un mismo local”, destacó.
Luego, Contador afirmó: “Estas son las razones más importantes de la crisis de Montserrat que derivó finalmente en tomar la decisión de cerrar en forma definitiva el 30 de julio de 2021 los 35 locales de la cadena”.